Soy Diseñador Gráfico, y qué!!

Beto escribió en su blog como deberíamos llamarnos.
No estoy seguro, creo que nuestro oficio es muy amplio para que lo podamos encasillar, y en lo que me es particular me gusta ser Diseñador Gráfico.
Lo que pongo ahora es algo que encontré navegando por ahi, y lo adapte para mi caso.
Creo que lo que dice es lo que hacemos la mayoría de los Diseñadores Gráficos, aunque estemos mal pagos, aunque no descansemos lo necesario, es lo que nos gusta hacer.
Cuando no tenemos trabajo probamos cosas para aplicarlas después en otro trabajos, miramos con ojo crítico cualquier publicación, volante, cartel, etc.
Lean esto y despues me dicen si no se sienten en algo identificados.

No cabe duda que los diseñadores tenemos un sexto sentido para saber reconocer cuando una composición no funciona, si un tipo de letra no va con el anuncio o si de plano una revista es una porquería.
Debemos saber todos los temas culturales. Imagínense si no sabemos qué significado tiene una calavera en cierta comunidad.
Requerimos de cierto esoterismo el mover nuestras piezas visuales y combinarlas queriendo llegar a la comunicación perfecta. No más, no menos.
Sabemos aprender del trabajo hecho por nosotros anteriormente y reconocer el de los demás.
En algún momento, cuando nuestro cliente está sobre nuestro tiempo, puede que no quedemos satisfechos por la premura. Pero cuando tenemos más tiempo de lo normal solemos sobre-trabajar nuestros diseños. Tendríamos que encontrar el momento exacto y decir BASTA.
Cuando hablamos con otras personas, quizá no entiendan que hacer una díptico no es tan fácil, aunque su sobrino lo haya hecho con plantillas de Power Point. O su secretaria tiene unos programas que lo hacen en horas (y después tengamos que hacerlo de cero de nuevo para que nos digan “yo te traje el diseño hecho”).
Al ver nuestro trabajo impreso es el momento más feliz, tocar y ver las horas y desvelos invertidos. La satisfacción de que nuestro cliente quede contento, de seguro nos recomendará con alguien.
Me siento alegre porque sé que es una pica, qué retícula utilizaré para la siguiente revista.
Me sentía un poco triste porque mis clientes no tienen para invertir, pero me siento bien por mí y por ellos cuando me hablan y me dicen Lolo adelante con el trabajo.