Recojo en Ateneu Popular una recopilación de esas que tantos nos gustan porque hablan de todas esas manías tan súmamente razonables y comunes a los diseñadores gráficos.
Esta vez se trata de volverlos locos; aunque yo más bien diría que este post va destinado a quien se quiera vengar de uno. El problema es que como ya sabemos, la mayoría de vosotros os dedicáis a eso. Sería interesante el hecho de proporcionarle estos pasos claves a vuestra familia, amigos o parejas y ver vuestra reacción por un agujerito. Si algún día llega a manos de los de Inocente Inocente, tened cuidado, porque vosotros podéis ser la nueva víctima. Si queréis ser vosotros los que enfadéis algún compi, aquí tenéis las instrucciones:
1. Microsoft Office
Cuando tengas que enviarle a un diseñador gráfico un documento, asegúrate de que esté hecho con programas de Microsoft Office. Versión PC, si es posible. Si tienes que enviarle fotos, tendrás más posibilidades de volverlos locos si, en lugar de limitarte a enviarle el JPG, copias el documento dentro de un fichero de Office, como Powerpoint o Word. No te olvides de reducir la calidad a 72 ppp para que no les quede más remedio que volver a contactar contigo para pedirte mayor resolución. Cuando le envíes la versión en “alta”, asegúrate de que el fichero sea por lo menos un 50% más pequeño y si usas el correo electrónico para enviárselo, olvida adjuntar el fichero de tanto en tanto.
2.Tipografías
Si el diseñador elige Helvética como fuente, pide que la cambie a Arial. Si elige Arial, pídele la Comic Sans. Si ha elegido Comic Sans es que ya se le está yendo la pinza, así que tienes el trabajo medio hecho.
3.Cuanto más, mejor
Digamos que quieres un diseño para una newsletter. El diseñador gráfico tratará de dejar espacio en blanco por todas partes. Grandes márgenes, interlineado, separaciones entre párrafos, etc. Te dirá que así es más fácil de leer y que el aspecto será más limpio y profesional. No creas sus sucias mentiras, la razón por la que hace eso es para hacer el documento más grande, con más páginas, para que te cueste más dinero cuando lo lleves a la imprenta. ¿Por qué hacen eso? Por que los diseñadores te odian. También comen bebés, carne cruda y picada de bebé.
Así que asegúrate de que ponga los márgenes pegados y el texto muy, muy, muy pequeño. También se sugiere usar muchas tipografías distintas (y mucho mejor si pides Comic Sans o Arial). Pide dibujitos de clipart. Pide muchas fotos (si no sabes cómo enviárselas, remítete al punto 1).
Intentarán discutir y defender sus opiniones, pero no te preocupes: al final el cliente siempre tiene razón y te harán caso en todo lo que pidas.
4.Logos
Si le tienes que enviar a un diseñador un logo para un proyecto concreto, digamos de un patrocinador o un partner, asegúrate de que sea un GIF o JPG en baja resolución y muy muy pequeño. De nuevo, mejor si lo metes dentro de un documento de Word. Quizás creas que con eso es suficiente, pero si realmente quieres mermar la estabilidad mental del diseñador, mejor envíaselo sobre un fondo del que sea difícil recortar el logo. Evita los fondos blancos o negros, muy fáciles de recortar desde Photoshop. Una vez que el diseñador haya logrado extraer el logo, dile que lo necesitas más grande.
Si lo que necesitas es que te diseñen un logo, haz tus bocetos en una servilleta o mejor, pídele a tu hijo de 9 años que lo dibuje. No debe llevarte más de 5 minutos hacer el boceto. No debe ser algo detallado y fácil de entender, puesto que cuanto menos entienda el diseñador lo que quieres, más cambios le puedes pedir a posteriori. Nunca aceptes el primer logo que te envíe, nunca aceptes el noveno, hazle hacer miles de modificaciones: color, tipografía e imagen. Pídele que ponga fotos en el logo, relieves, gradientes, comic Sans… y cuando lleve 10 intentos, dile que te gustaba la versión número 2, incluso la 1. Es una crueldad, pero recuerda: los diseñadores gráficos son la causa de que exista cáncer de mama entre las mujeres de mediana edad.
5.Elige bien las palabras
Cuando le digas lo que opines de un diseño, asegúrate de usar palabras que no signifiquen realmente nada. Expresiones como “lo quiero más dinámico”, “¿puedes hacerlo más internetero?”, “me gustaría que el diseño fuese sexy” o “quiero gráficos bonitos, gráficos que cuando los mires pienses:¡eso son gráficos bonitos!”.
No te sientas mal, estás haciendo lo correcto, de hecho, es tu deber, porque todo el mundo sabe que cuando hay luna llena, los diseñadores gráficos se convierten en hombres lobo.
6.Colores
El mejor sistema para elegir colores (porque desde luego no vas a dejar que el diseñador los elija) es escribir colores al azar en pedacitos de papel, meterlos en un sombrero y sacar unos cuantos al azar. El diseñador insistirá en que os quedéis con 2 o 3 colores principales, pero no, elige tantos como quieras y asegúrate de hacer lo del sombrero delante de él (si mientras lo haces, canturreas una cancioncilla desagradable, mejor que mejor).
7.Plazos
Cuando llegue el turno de aprobar el diseño, tómate tu tiempo. No hay prisa. Tómate un par de días, o 6. Lo justo para que cuando se acerque el plazo de finalizar el proyecto puedas enviar muchas más correcciones y cambios de los que el diseñador tenga tiempo de hacer. Al fin y al cabo, los diseñadores gráficos son los responsables de los ataques del 11 de septiembre.
8- ¡Acaba con él!
Después de haber aplicado los anteriores puntos a tu víctima, es humano sentirse un poco inseguro. Cuando se haya dado cuenta de que no puede satisfacer todos tus demandas, el diseñador gráfico seguramente habrá abandonado toda esperanza de razonar contigo y hará cualquier cosa que le pidas sin discusión. “¿Lo quiere en morado? Pues en morado. ¿Seis Fuentes diferentes? ¡Sea!”
Quizás pienses que llegados a este punto, has ganado la partida, pero no olvides tu objetivo: tiene que abandonar la profesión. Así que prepárate para el golpe de gracia. A la hora de tomar las últimas decisiones en colores, formas, tipografías, etc, dile que estás muy disgustado con su falta de iniciativa, recuérdale que al fin y al cabo, él es el diseñador y debería ser él el que aporte la profesionalidad y talento en el trabajo y no tú. Coméntale que esperabas más opiniones y sugerencias sobre el diseño por su parte, dile que ya te has hartado de su falta de creatividad y profesionalidad y que has decidido que te sale más rentable hacer tus propios diseños en el Publisher que pagarle a él por hacerlos.
Y ahí lo tienes. ¡A estás alturas ya deberías tener al diseñador gráfico golpeando su cabeza contra las paredes de una celda acolchada!.
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