jueves, 14 de julio de 2011

¿Parecidos? o simplemente copiar

A veces uno toma como referencia algún trabajo o algún recurso usado para realizar su trabajo, pero esto es copia 
visto aca

viernes, 8 de julio de 2011

Sería fantástico

Sería fantástico
que yo estuviese equivocado
y que el water no estuviese ocupado.

Que hoy hiciese un buen día,
que no nos engañaran en el peso,
y que San Pedro, no cantase ni aunque le pagaran. ¹

Sería fantástico
que no hubiese nada urgente.
No pasar nunca de largo y servir para algo.
Ir por la vida sin cumplidos
llamando a las cosas por su nombre.
Cobrar en especies y sentirse bien tratado
y mearse de la risa y echar a volar
todas las palomas.

Sería todo un detalle,
todo un síntoma de urbanidad,
que no perdieran siempre los mismos
y que heredasen los desheredados.

Sería fantástico
que ganase el mejor
y que la fuerza no fuese la razón.

Que se instalara en mi barrio
el paraíso terrenal,
y que la ciencia fuera neutral.

Sería fantástico
no pasar por el tubo.
Que todo fuera como está mandado y que no mande nadie.
Que llegara el día del sentido común.
Encontrarse como en casa en cualquier sitio.
Poder ir distraído sin correr peligro.
Sería fantástico que todos fuéramos hijos de Dios.

Sería todo un detalle
y todo un gesto, por tu parte,
que coincidiésemos, te dejases convencer
y fueses como yo siempre te imaginé.

sábado, 2 de julio de 2011

Nada peor que un mal cliente

Es raro el día que un diseñador o desarrollador Web profesional vuelve a casa sin una anécdota increíble sobre alguno de sus clientes. Todos tenemos historias de terror sobre ellos, incluso se pueden encontrar en Twitter, Facebook o en blogs, de otras personas que las comparten y pasan por penitencias similares.
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¿Qué es un mal cliente?

Seguramente si lanzamos esta pregunta a la comunidad de diseñadores y desarrolladores Web encontraremos numerosas y diferentes respuestas. Dependiendo de la personalidad, tolerancia o perfil de cada uno, pero hay varios puntos en los que podríamos generalizar y definirlos como problemas universales:

No paga

Quizás sea el peor de todos. Realizamos un trabajo y no quiere pagar o intenta demorar el plazo hasta que se nos olvide. En pequeñas y medianas empresas suponen un gran problema puesto que no tienen la liquidez, o el tiempo necesario, para enfrentarse con él por vías judiciales.
Solución: En nuestro mundo podemos englobar dos clases de trabajos. Diseño Web y Diseño Gráfico. En el caso del Diseño Gráfico los presupuestos no suelen ser demasiado cuantiosos por lo que deberemos fraccionar el pagó en 2 partes. La primera parte SIEMPRE debemos cobrarla antes de empezar a trabajar, sin excepciones. La segunda, una vez que el cliente esté satisfecho con el trabajo y quiera los archivos fuente para imprimirlos o publicarlos. Es por eso que nunca debemos entregar los diseños previos en alta resolución y, de ser así, utilizar marcas de agua sobre el mismo.
En el caso del diseño web nos enfrentaremos con presupuestos más altos que requieren un pago fraccionado en más partes (entre 3 y 6). El diseño web exige ante todo un mapa del trabajo desglosado al detalle y firmado por el cliente. Así evitamos que en un futuro se invente secciones, funciones o módulos extra. Por otra parte tendremos que avanzar el trabajo conforme se vaya pagando y nunca publicar un proyecto sin haberlo cobrado íntegramente.
Prácticas que pueden ayudarnos a solventar estos problemas son, en primer lugar, desarrollar el sitio en un servidor privado, nunca en la máquina del cliente.  Insertar código CSS o PHP que podamos ejecutar de manera remota para desactivar la web, etc.
Un progreso que yo aconsejo es dividir el pago en 3. 1º Pago al empezar el proyecto. 2º pago al terminar de diseñar y maquetar la Web. 3º pago al terminar la programación y publicarla.

¡Quiere que le trabajes casi gratis!

Lo escribo y todavía no lo entiendo pero no es raro encontrarse con este tipo de clientes. Todos hemos empezado en esta industria regalando nuestros diseños a amigos y familiares, tarjetas, webs corporativas, programación… pero hay que saber cuando decir “basta” y empezar a cobrar por nuestros servicios.
Lo peor es que hay clientes que piensan que esta práctica es lo habitual, que pueden encontrar a ese vecino o amigo que les diseñe o programe a precios de risa (o incluso gratis). También podemos encontrar el caso del cliente que nos pide un trabajo, analizarlo, ver si le gusta, y en caso afirmativo pagarnos.
Solución: Ya tienes un portafolios, eres un verdadero profesional y tu trabajo ha adquirido un punto de personalidad y un grado de seguridad y efectividad que hay que pagar. Existen numerosas ventajas y diferencias entre el trabajo de un profesional y de una persona que empieza a diseñar. Transmite al cliente tus valores, filosofía y enumera las diferencias que encuentras en tu propio camino como diseñador o programador, de cuando empezaste a lo que haces ahora.
Si una persona no es capaz de pagar por su propio logotipo, material corporativo o web, no es un buen cliente, deséchalo. Para encontrar buenos clientes necesitas tiempo, si inviertes tu tiempo en clientes que no te valoran nunca saldrás del problema.

Cambia las condiciones del trabajo

Este punto ya lo he tocado antes pero es un caso que se repite con cierta frecuencia. El cliente quiere un servicio y cuando lo tiene añade nuevos objetivos, metas o extras que no estaban previstos en el presupuesto inicial. Este caso puede ser una variante del cliente que no quiere pagar y sólo pretende retasar lo inevitable o del cliente que no sabe lo que quiere.
Con este tipo de personas hay que tener mucha mano, diplomacia y ser sincero. Si le hemos dado un presupuesto, nos lo ha firmado y todo está bien detallado, deberíamos saber llegar a una conclusión que nos beneficie.
Aquí, de nuevo, es de vital importancia tener un presupuesto desglosado y detallado al milímetro. Firmado por el cliente y haber ido cobrando conforme hemos ido realizando el proyecto para que, en el peor de los casos, no perdamos todo el tiempo invertido.

El ignorante

Nos pegamos 8 horas al día trabajando y siempre llega uno que nos deja los ojos como platos con una petición tan extraña como “Podrías ponerme el negro más oscuro?” o “Querría el logotipo en formato A4“. No llegan a entender que el brillo de su TFT puede darle una sensación equivocada del color o que un logotipo vectorial no importa a que tamaño se entregue.
Solución: No la hay. Debemos asumir que hay personas que no tienen ni idea de informática, diseño, programación… y es una parte obligada de nuestro trabajo tener el temple suficiente para coger el teléfono y no llorar de la desesperación. Debemos informar en lo necesario. Es importante contar con este tiempo a la hora de presupuestar un trabajo porque seguramente gastemos muchos minutos en explicar ciertas cosas que a nuestro entender son básicas.

Resumen

Debemos asumir que, en esta carrera, los malos clientes son imposibles de evitar. Nos encontraremos con muchos de ellos, hagamos lo que hagamos por intentar lo contrario serán inevitables. La meta es obtener experiencia, la sabiduría necesaria para llegar a diferenciar al malo del bueno lo antes posible, aprender a detectarlos con sólo escucharles 2 o 3 frases, aprender  los remedios necesarios para que, en el caso de no poder identificarlo a tiempo, obtener los mejores resultados del contra-pie.
Aprende de ellos, cada uno que encuentres te equipará mejor para afrontar los siguientes.

Cómo trabajar en casa sin destruir tu vida

Muchos diseñadores y creativos trabajan en casa, otros sueñan con hacerlo. Hay que aprender técnicas y hábitos para disfrutar de las ventajas que ofrece trabajar en casa y no terminar sin otra vida que servir al cliente.
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Hace poco leí en Freelancefolder un artículo en inglés sobre este tema y la verdad que, después de haber sentido una experiencia similar en mis propias carnes, me he decidido a recuperar el artículo, traduciéndolo al castellano, con algunas aportaciones de mi propia cosecha.
Los creativos, programadores y desarrolladores, en general, somos rebeldes sin causa. Soñamos con trabajar para nosotros y, ya sea en nuestra propia oficina o casa, nos imaginamos nuestra vida con total libertad. Acostarnos a la hora que nos dé la gana, trabajar en pijama u otra ropa cómoda y decidir cuando, y cuando no, vamos a aceptar más trabajo de la cuenta sin dar cuentas a un jefe.
Seguro que muchos, de los que hayáis podido cumplir este “sueño”, coincidiréis conmigo en que esa vida imaginaria que habíamos planteado en antaño se torna más complicada de lo que parece y, lo que parecía un bonito paseo por los parajes de la libertad, se convierten en cadenas y horas de estrés capaces de destrozarte la vida.
A continuación os dejo los consejos que, a mi al menos, me han servido para mantener un equilibrio necesario y suficiente como para conseguir un relativo éxito laboral y darme las horas necesarias para disfrutar de otras cosas que son también importantes en la vida.

1. ¿Porqué trabajas?

Aunque esta pregunta puede parecer una tontería, es fácil caer en una dinámica de trabajo donde perdamos nuestros principios y objetivos para encontrar la felicidad. Os recomiendo que visitéis en Youtube la conferencia de Steve Jobs en la universidad de Stanford, quizás, de este grandísimo discurso, me quedaría con la parte en la que pregunta… Si os dijeran que vais a morir mañana, ¿haríais lo que en ese mismo día estabais dispuestos a hacer? ¿o por el contrario cambiaríais de planes? Hay que intentar afrontar cada día como si fuera el último, si hay algo que no os guste en vuestra rutina, apartarlo.
Cierto día vi una entrevista a un personaje cuyo nombre no recuerdo pero de esos que siempre van por la calle sonriendo y con una fortuna que todos desearíamos tener, respondió lo mismo;
“El secreto de mi felicidad se encuentra en que si hay algo en el día a día que no me gusta, lo aparto para siempre”.
No caer en rutinas, siempre que os levantéis recordar el objetivo y la meta que queréis encontrar para ser felices, no dejéis que “acabar trabajos” sean todos los objetivos a finalizar para encontrar la felicidad.
El dinero es importante pero nunca se debe anteponer a otros valores fundamentales como prestar el tiempo necesario a los seres queridos o disfrutar de aficiones que nos hagan más felices.

2. Vivir el momento

La libertad está genial pero si no estableces unas horas para trabajar y para descansar es muy posible que, en caso de éxito, los clientes te absorban hasta el último minuto del que dispones.
Una buena solución a este problema es hacer las cuentas suficientes para saber cuanto trabajo necesitas sacar al mes con el objetivo de obtener los beneficios deseados.
Algunas reglas importantes, relacionadas con este punto, son:
- No permitas que ningún cliente consuma parte de tu tiempo libre.
- Establece un límite de horas diario y no lo sobrepases bajo ningún concepto.
- No temas a subir los precios si el trabajo te llega al cuello.
- Oblígate a quedar, leer, jugar o cualquier otra cosa que te desconecte del trabajo.

3. El cliente no debe ser tu jefe

Uno de los mayores problemas para los freelance’s es que se dejan dominar por el cliente en la mayoría de las situaciones. El cliente NO es tu jefe. Paga un servicio y tú estableces las condiciones para ofrecérselo, si hay un acuerdo, debe respetarlas, al igual que tú debes darle un producto que sacie una determinada necesidad.
Hay cierta tendencia a que el cliente se adueñe de la vida del freelance y suelen partir con la creencia de que somos como gasolineras, 24 horas, 7 días de atención telefónica o directa.
Eres tú el que tiene la obligación de no caer en esto y explicarle, bien sobre escrito en un contrato, o bien en las reuniones previas, que tu disponibilidad tiene un margen de descanso.
Si caes en la dinámica de coger un teléfono a la hora de comer, cenar o un fin de semana, estarás perdido (y lo mismo con las reuniones).
Algunas soluciones a este problema son:
- Crear una tabla adjunta de “Horario” de disponibilidad en el proyecto.
- Contratar una línea telefónica, independiente, para clientes.

4. Cuestión de preferencias

Si tu trabajo no te permite ni 3 minutos para responder a la llamada de tus padres, en la que sólo quieren saber como estás, o 10 para charlar con tu hijo sobre sus problemas, debes replantear tus prioridades. No hay nada que deba bloquear la atención que se merece un ser querido (buenos amigos, novia, familia, etc.).