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sábado, 7 de mayo de 2011

Picasso y los precios del trabajo profesional


Cuentan que cierto día, el consagrado pintor Pablo Picasso estaba terminando una de sus obras en un parque. Una mujer que pasaba por el lugar lo reconoció y no dudó en acercarse.

- No lo puedo creer, usted es Picasso el gran artista, no se imagina cuánto lo admiro. Mi gran sueño es que dibuje mi retrato. Por favor, ¿podría hacerlo ahora? - preguntó la mujer, casi implorando.

De hecho insistió de tal forma que Picasso finalmente accedió al pedido. Entonces el gran maestro tomo un papel, la estudió por un momento, y con un solo trazo de su lápiz bosquejó el rostro de la mujer. Así le entregó su obra. La mujer observó detenidamente su retrato, sumamente impresionada.

- Es perfecto. No puedo creer cómo consiguió capturar mi esencia con un solo trazo, en tan solo un momento. Muchísimas gracias maestro. ¿Cuánto le debo? - preguntó antes de retirarse.

- Cinco mil dólares - respondió Picasso sin pestañear.

-¿Cómo? - exclamó la mujer terriblemente sorprendida.

- Como puede querer tanto dinero por esta obra, si sólo le tomó unos pocos segundos realizarla - prosiguió, buscando alguna explicación del pintor.

Entonces Picasso respondió con firmeza:

- Señora, se equivoca, me llevó toda la vida.

Ni siquiera un genio como Pablo Picasso lograba en ciertas ocasiones escapar al estigma del tiempo de trabajo y su relación con el precio. Este tipo de paradigmas muchas veces condiciona tanto los precios cobrados, como los pagados por las actividades profesionales y técnicas.

Los clientes, a pesar que muchas veces no lo reconozcan abiertamente, no compran tiempo de trabajo, compran resultados. Concentrarnos en el tiempo de trabajo, o genéricamente en los costos, para determinar un precio, es un enfoque sumamente limitado y engañoso. Aunque nos pese reconocerlo, los clientes son totalmente indiferentes al sacrificio que realicemos en nuestra actividad. El tiempo de trabajo es una variable interna que nada nos dice acerca del valor que representa lo que nosotros hacemos para nuestros clientes.

Es frecuente que en diversas actividades se recurra a una planilla de horas trabajadas, que luego se multiplica por un cierto valor hora, para definir el precio a cobrar a un cliente. Pero, ¿acaso representa lo mismo una hora de trabajo previamente programado, que una hora para cubrir una urgencia de un cliente? ¿Las aerolíneas cobran el mismo precio por un pasaje comprado con tres meses de anticipación que en el caso de un ticket para el día siguiente? ¿Vale lo mismo tener un paraguas a mano un día de lluvia que un día despejado?

Además el hecho de cobrar según el tiempo de trabajo lleva a una "comoditización" de los servicios ofrecidos, ya que el cliente percibe estar comprando tiempo, en lugar de resultados o soluciones.

Así, es un gran desafío encontrar parámetros o "métricas" que permitan asociar el precio cobrado con el resultado obtenido por el cliente. Esto inclusive puede derivar en una política de segmentación de precios, ya que la valoración puede ser diferente para distintos grupos de clientes. Todo esto es factible, aplicando un criterio claro, y sin caer en la deformación del "cobrar según la cara".

Al asociar el precio al valor que recibe cada cliente, los profesionales y técnicos pueden generar propuestas más atractivas para sus clientes. Esto permitiría que muchas profesiones reflejaran en sus esquemas de precios que son verdaderos vendedores de soluciones y no simplemente proveedores de tiempo de trabajo.

(*) Ariel Baños es un economista especializado en estrategias de precios.
visto acá

lunes, 21 de febrero de 2011

El Photoshop que se imaginan los clientes


Muy bueno esto que vi acá. Es tal cual, a veces los clientes se piensan que con photoshop hacés magia.

sábado, 5 de junio de 2010

Oficio menospreciado

Estoy acostumbrado a que menosprecien nuestro oficio, que en dos minutos se hace, que te traigo yo el diseño (power point, word, exel) que bajalo de inernet, etc, etc. Encontré esta nota que esta muy buena
fuente
Está demostrado que las ideas no vienen del más allá, que necesitan de estímulos. Es muy frecuente, y altamente recomendable, que si tenemos que hacer un spot de cereales nos empapemos de otros anuncios, hasta que ya no queramos comer más chococrispies en la vida.

La creatividad se trabaja, de hecho hay numerosas técnicas para fomentarla. Éstas pueden ser muy variadas, pero muy pocas son las que se realizan en una oficina, sentado frente un ordenador, sin hablar con nadie, sin materiales, sin otra cosa que no sea una calculadora y muchos informes. De hecho, no creo que haya ninguna técnica creativa que se pueda realizar así.

Sin embargo, las personas que a menudo nos dedican esos halagos del tipo: “¡ojalá tuviera yo tu trabajo!” son las que suelen tener ese día a día, véase administrativos, asesores, abogados, etc. Para ellos, las ideas vienen por amor al arte y el resto del tiempo nos pagan por jugar. Pobrecitos que tienen que pasarse todo el día haciendo cálculos, mirando archivos, leyendo cosas aburridas… ¡pues haber elegido este trabajo!. Venga, querido amigo de despacho, ¿qué se te ocurriría para dar a conocer una nueva marca de detergentes? Ten en cuenta que tiene que ser algo original, que no sea el mismo discurso de siempre, que detergentes hay muchos ¿qué tienes tú de especial? ¿y cómo lo muestras?¿y eso cómo llegaría a la gente? ¿realmente la gente estaría interesada en el nuevo detergente y no seguir con el de siempre? ¿por qué iban a cambiar al tuyo? ¿qué has pensado? ¿tienes algo?, algo bueno quiero decir, ¿no? Ahn, que ahora mismo no, que si te dejo tiempo lo piensas y lo mismo sacas algo ¿no? ¿eso no será que quieres trabajar en ello?, pero si las ideas vienen de jugar, ¿qué quieres pensarte? ¿estás convencido que si te pones lo sacas? ¿en serio?. Lo mismo no eres una persona con afluencia de ideas en temporada alta durante casi todo el año. Pues ¿entonces, qué criticas? Igual que tú sabes y nos haces saber que tu trabajo es difícil de hacer y que no todos están cualificados para ello, el nuestro también. Igual que nosotros no podemos hacer tu trabajo, tú tampoco el puedes hacer el nuestro.

Que conste que no te estoy menospreciando, seguro que no hay un amigo de despacho que lo haga tan maravillosamente como tu. Es más, muy posiblemente tu eres también una persona creativa, pero si no la consideras necesaria y no confías en ella, nunca lo descubrirás. Es hora pues, que sepas de la existencia de los creativos. Sí, esa es su profesión: conseguir objetivos mediante algo original, teniendo en cuenta muchísimas cosas, manteniendo una coherencia, llamando la atención, tranformando amenazas en oportunidades y siendo aceptados y recordados gratamente por el público al que se dirigen. Cualquiera puede ponerse creativo en una tarjeta ¿verdad? Otra cosa es que pueda ganarse la vida con eso.

En creatividad, la primera idea no es la que siempre funciona, de hecho, son las que más se desechan. Por eso hay que investigar, informarte, buscar referentes, trabajarla. Todo un proceso, que algunos, erróneamente, se quieren saltar o consideran innecesario, por el que después se pare una idea, pero ésta no surgiría si antes no se hubieran dicho todas las posibilidades, más locas que menos, que te hacen reírte de lo malas que son. La cosa es que si sumas barbaridades y le pones un poquito de ingenio y raciocinio, tachán: ¡idea!

jueves, 6 de mayo de 2010

8 sencillos pasos para vengarte de un diseñador gráfico


Recojo en Ateneu Popular una recopilación de esas que tantos nos gustan porque hablan de todas esas manías tan súmamente razonables y comunes a los diseñadores gráficos.

Esta vez se trata de volverlos locos; aunque yo más bien diría que este post va destinado a quien se quiera vengar de uno. El problema es que como ya sabemos, la mayoría de vosotros os dedicáis a eso. Sería interesante el hecho de proporcionarle estos pasos claves a vuestra familia, amigos o parejas y ver vuestra reacción por un agujerito. Si algún día llega a manos de los de Inocente Inocente, tened cuidado, porque vosotros podéis ser la nueva víctima. Si queréis ser vosotros los que enfadéis algún compi, aquí tenéis las instrucciones:

1. Micro­soft Office
Cuando ten­gas que enviarle a un dise­ña­dor grá­fico un docu­mento, ase­gú­rate de que esté hecho con pro­gra­mas de Micro­soft Office. Ver­sión PC, si es posi­ble. Si tie­nes que enviarle fotos, ten­drás más posi­bi­li­da­des de vol­ver­los locos si, en lugar de limi­tarte a enviarle el JPG, copias el docu­mento den­tro de un fichero de Office, como Power­point o Word. No te olvi­des de redu­cir la cali­dad a 72 ppp para que no les quede más reme­dio que vol­ver a con­tac­tar con­tigo para pedirte mayor reso­lu­ción. Cuando le envíes la ver­sión en “alta”, ase­gú­rate de que el fichero sea por lo menos un 50% más pequeño y si usas el correo elec­tró­nico para enviár­selo, olvida adjun­tar el fichero de tanto en tanto.

2.Tipografías
Si el dise­ña­dor elige Hel­vé­tica como fuente, pide que la cam­bie a Arial. Si elige Arial, pídele la Comic Sans. Si ha ele­gido Comic Sans es que ya se le está yendo la pinza, así que tie­nes el tra­bajo medio hecho.

3.Cuanto más, mejor
Diga­mos que quie­res un diseño para una news­let­ter. El dise­ña­dor grá­fico tra­tará de dejar espa­cio en blanco por todas par­tes. Gran­des már­ge­nes, inter­li­neado, sepa­ra­cio­nes entre párra­fos, etc. Te dirá que así es más fácil de leer y que el aspecto será más lim­pio y pro­fe­sio­nal. No creas sus sucias men­ti­ras, la razón por la que hace eso es para hacer el docu­mento más grande, con más pági­nas, para que te cueste más dinero cuando lo lle­ves a la imprenta. ¿Por qué hacen eso? Por que los dise­ña­do­res te odian. Tam­bién comen bebés, carne cruda y picada de bebé.

Así que ase­gú­rate de que ponga los már­ge­nes pega­dos y el texto muy, muy, muy pequeño. Tam­bién se sugiere usar muchas tipo­gra­fías dis­tin­tas (y mucho mejor si pides Comic Sans o Arial). Pide dibu­ji­tos de cli­part. Pide muchas fotos (si no sabes cómo enviár­se­las, remí­tete al punto 1).

Inten­ta­rán dis­cu­tir y defen­der sus opi­nio­nes, pero no te preo­cu­pes: al final el cliente siem­pre tiene razón y te harán caso en todo lo que pidas.

4.Logos
Si le tie­nes que enviar a un dise­ña­dor un logo para un pro­yecto con­creto, diga­mos de un patro­ci­na­dor o un part­ner, ase­gú­rate de que sea un GIF o JPG en baja reso­lu­ción y muy muy pequeño. De nuevo, mejor si lo metes den­tro de un docu­mento de Word. Qui­zás creas que con eso es sufi­ciente, pero si real­mente quie­res mer­mar la esta­bi­li­dad men­tal del dise­ña­dor, mejor envía­selo sobre un fondo del que sea difí­cil recor­tar el logo. Evita los fon­dos blan­cos o negros, muy fáci­les de recor­tar desde Pho­tos­hop. Una vez que el dise­ña­dor haya logrado extraer el logo, dile que lo nece­si­tas más grande.

Si lo que nece­si­tas es que te dise­ñen un logo, haz tus boce­tos en una ser­vi­lleta o mejor, pídele a tu hijo de 9 años que lo dibuje. No debe lle­varte más de 5 minu­tos hacer el boceto. No debe ser algo deta­llado y fácil de enten­der, puesto que cuanto menos entienda el dise­ña­dor lo que quie­res, más cam­bios le pue­des pedir a pos­te­riori. Nunca acep­tes el pri­mer logo que te envíe, nunca acep­tes el noveno, hazle hacer miles de modi­fi­ca­cio­nes: color, tipo­gra­fía e ima­gen. Pídele que ponga fotos en el logo, relie­ves, gra­dien­tes, comic Sans… y cuando lleve 10 inten­tos, dile que te gus­taba la ver­sión número 2, incluso la 1. Es una cruel­dad, pero recuerda: los dise­ña­do­res grá­fi­cos son la causa de que exista cán­cer de mama entre las muje­res de mediana edad.

5.Elige bien las palabras
Cuando le digas lo que opi­nes de un diseño, ase­gú­rate de usar pala­bras que no sig­ni­fi­quen real­mente nada. Expre­sio­nes como “lo quiero más diná­mico”, “¿pue­des hacerlo más inter­ne­tero?”, “me gus­ta­ría que el diseño fuese sexy” o “quiero grá­fi­cos boni­tos, grá­fi­cos que cuando los mires pien­ses:¡eso son grá­fi­cos boni­tos!”.

No te sien­tas mal, estás haciendo lo correcto, de hecho, es tu deber, por­que todo el mundo sabe que cuando hay luna llena, los dise­ña­do­res grá­fi­cos se con­vier­ten en hom­bres lobo.

6.Colores
El mejor sis­tema para ele­gir colo­res (por­que desde luego no vas a dejar que el dise­ña­dor los elija) es escri­bir colo­res al azar en peda­ci­tos de papel, meter­los en un som­brero y sacar unos cuan­tos al azar. El dise­ña­dor insis­tirá en que os que­déis con 2 o 3 colo­res prin­ci­pa­les, pero no, elige tan­tos como quie­ras y ase­gú­rate de hacer lo del som­brero delante de él (si mien­tras lo haces, can­tu­rreas una can­cion­ci­lla desagradable, mejor que mejor).

7.Plazos
Cuando lle­gue el turno de apro­bar el diseño, tómate tu tiempo. No hay prisa. Tómate un par de días, o 6. Lo justo para que cuando se acer­que el plazo de fina­li­zar el pro­yecto pue­das enviar muchas más correc­cio­nes y cam­bios de los que el dise­ña­dor tenga tiempo de hacer. Al fin y al cabo, los dise­ña­do­res grá­fi­cos son los res­pon­sa­bles de los ata­ques del 11 de septiembre.

8- ¡Acaba con él!
Des­pués de haber apli­cado los ante­rio­res pun­tos a tu víc­tima, es humano sen­tirse un poco inse­guro. Cuando se haya dado cuenta de que no puede satis­fa­cer todos tus deman­das, el dise­ña­dor grá­fico segu­ra­mente habrá aban­do­nado toda espe­ranza de razo­nar con­tigo y hará cual­quier cosa que le pidas sin dis­cu­sión. “¿Lo quiere en morado? Pues en morado. ¿Seis Fuen­tes dife­ren­tes? ¡Sea!”

Qui­zás pien­ses que lle­ga­dos a este punto, has ganado la par­tida, pero no olvi­des tu obje­tivo: tiene que aban­do­nar la pro­fe­sión. Así que pre­pá­rate para el golpe de gra­cia. A la hora de tomar las últi­mas deci­sio­nes en colo­res, for­mas, tipo­gra­fías, etc, dile que estás muy dis­gus­tado con su falta de ini­cia­tiva, recuér­dale que al fin y al cabo, él es el dise­ña­dor y debe­ría ser él el que aporte la pro­fe­sio­na­li­dad y talento en el tra­bajo y no tú. Comén­tale que espe­ra­bas más opi­nio­nes y suge­ren­cias sobre el diseño por su parte, dile que ya te has har­tado de su falta de crea­ti­vi­dad y pro­fe­sio­na­li­dad y que has deci­dido que te sale más ren­ta­ble hacer tus pro­pios dise­ños en el Publis­her que pagarle a él por hacer­los.

Y ahí lo tie­nes. ¡A estás altu­ras ya debe­rías tener al dise­ña­dor grá­fico gol­peando su cabeza con­tra las pare­des de una celda acolchada!.

viernes, 2 de octubre de 2009

Diez ideas para los concursos de diseño



"Detrás de los certámenes de diseño se ocultan segundas intenciones que conviene conocer, antes de someterse ciegamente a sus bases."

Esta nota me la paso El Beto, esta escrita por Luciano Cassisi, Profesor de Diseño Gráfico de la Universidad de Buenos Aires, y es muy recomendable. Son 10 consejos a tener en cuenta cuando nos presentamos a algún concurso de diseño.

Toda la nota acá.

jueves, 17 de septiembre de 2009

Ningún lugar está lejos

Para mis amigos que no estan en Uruguay y extraño.


¡Rae!:
¡Gracias por invitarme a tu fiesta de cumpleaños! Tu casa está a miles de kilómetros de la mía, y viajo sólo si tengo una buena razón... Una fiesta para Rae es la mejor razón y ansío estar contigo.
Inicié mi viaje en el corazón del colibrí al que tú y yo conocimos tiempo atrás. Fue tan cordial como siempre, pero cuando le dije que la pequeña Rae estaba creciendo y que yo iba a su fiesta de cumpleaños con un regalo, quedó perplejo. Volamos largo rato en silencio; por fin él dijo:
- "Entiendo muy poco de lo que dices, pero lo que menos entiendo es que vayas a la fiesta".
- "Por supuesto que voy a la fiesta", respondí. "¿Acaso es tan difícil de entender?"
Calló y cuando llegamos al hogar del buho, dijo:
- "¿Es que los kilómetros pueden separarnos verdaderamente de los amigos? Si quieres estar con Rae, ¿no estás ya allí?"
- "La pequeña Rae está creciendo y voy a su fiesta de cumpleaños con un regalo", dije al buho.
Tuve una extraña sensación al decir voy de esa manera, después de hablar con el colibrí, pero no lo dije así para que el buho comprendiese. También el voló en silencio largo rato. Fue un silencio amistoso, pero cuando me depositaba a salvo en el hogar del águila, dijo:
- "Entiendo muy poco de lo que dices, pero lo que menos entiendo es que llames pequeña a tu amiga".
- "Por supuesto que es pequeña", respondí, "porque no ha crecido ¿Acaso es tan difícil de entender?"
El buho me miró con sus profundos ojos ambarinos, sonrió y dijo:
- "Piénsalo"
- "La pequeña Rae está creciendo y voy a su fiesta de cumpleaños con un regalo", dije al águila.
Tuve una extraña sensación al decir voy y pequeña después de hablar con el colibrí y el buho, pero lo dije así para que el águila comprendiese. Junto volamos sobre las colinas, y remontamos los vientos montañes. Por fin dijo:
- "Entiendo muy poco lo que dices, pero lo que menos entiendo es la palabra cumpleaños".
- "Por supuesto, cumpleaños", respondí.
- "Vamos a celebrar la hora en que empezó Rae, y antes de la cual ella no era. ¿Acaso eso es tan difícil de entender?" El águila curvó sus alas diestramente y aterrizó con soltura, posándose en la arena del desierto.
- "¿Un tiempo antes de que empezara la vida de Rae? ¿No te parece más bien que es la vida de Rae la que empezó antes de que existiera el tiempo?"
- "La pequeña Rae está creciendo y voy a su fiesta de cumpleaños con un regalo", dije al halcón.
Tuve una extraña sensación al decir voy y pequeña y cumpleaños después de hablar con el colibrí y el buho y el águila, pero lo dije así para que el halcón comprendiese. Debajo de nosotros, a lo lejos, se derramaba el desierto, y al fin dijo:
- "Mira, entiendo muy poco de lo que dices, pero lo que menos entiendo es crecer".
- "Por supuesto, crecer", respondí. "Rae está más cerca de ser adulta, un año más lejos de ser una niña. ¿Acaso eso es tan difícil de entender?" El halcón aterrizó por fin en una playa desolada.
- "¿Un año más lejos de ser una niña? ¿Eso no suena como crecer?" Y elevándose en el aire, partió.
Yo sabía que la gaviota era muy sabia. Mientras volaba con ella pensé con sumo cuidado y elegí las palabras de modo que, cuando hablara, ella supuese que yo estaba aprendiendo.
- "Gaviota", dije por fin, "¿por qué vuelas conmigo a ver a Rae, cuando en verdad sabes que ya estoy con ella?"
La gaviota descendió sobre el mar, sobre las colinas, sobre las callas y suavemente aterrizó en tu azotea.
- "Porque lo importante", dijo, "es que tu sepas esa verdad. Hasta que la sepas, hasta que verdaderamente la comprendas puedes mostrarla sólo de maneras más pequeñas, y con ayuda externa de máquinas y personas y aves. Pero recuerda", agregó, "que el ser desconocida no impide que la verdad sea verdadera". Y partió.
Ahora es tiempo de abrir tu regalo. Los obsequios de latón y de vidrio se gastan en un día y desaparecen.
Pero yo tengo un regalo mejor para tí. Es un anillo para que lo uses. Centellea con una luz especial y nadie puede quitártelo; no se lo puede destruir. Eres la única en el mundo entero que puede ver el anillo que hoy te entrego, tal como yo fui el único que pude verlo cuando era mío.
Tu anillo te otorga un nuevo poder. Usándolo puedes elevarte en las alas de todas las aves que vuelan... Puedes ver a través de sus dorados ojos, puedes tocar el viento que sopla por entre sus aterciopeladas alas, puedes conocer el júbilo de llegar muy alto sobre el mundo y todas sus preocupaciones. Puedes permanecer cuanto quieras en el cielo, después de la noche, durante la salida del sol, y cuando tengas ganas de bajar otra vez tus preguntas tendrán respuestas y tus angustias habrán desaparecido.
Como cualquier cosa que no se puede tocar con las manos ni ver con los ojos, tu regalo se torna más poderoso a medida que lo usas. Al principio podrás usarlo solamente cuando estés en el aire libre, observando al pájaro con el que vuelas. Pero más tarde, si lo usas bien, funcionará con aves a las que no puedes ver, y al final comprobarás que no necesitas anillo ni pájaro para volar sola sobre el silencio de las nubes.
Y cuando ese día te llegue, debes dar tu regalo a alguien que sepas que lo usará bien, y que pueda aprender que las únicas cosas que importan están hechas de verdad y alegría y no de la latón y vidrio.
Rae, esta es la última fiesta que celebraré contigo, después de haber aprendido lo que me enseñaron nuestros amigos, los pájaros.
* No puedo ir a estar contigo porque ya estoy allí.
* No eres pequeña porque ya has crecido, jugando entre los momentos de tu vida como lo hacemos todos, por la diversión de vivir.
* No tienes cumpleaños porque siempre has vivido; jamás naciste y nunca morirás. No eres hija de las personas a quienes llamas madre y padre, sino su compañera de aventuras en una luminosa jornada para comprender las cosas que son.
Cada regalo de un amigo es un deseo de felicidad, como este anillo lo es para tí.
Vuela libre y dichosa más allá de los cumpleaños y a través de la eternidad, y nos encontraremos alguna que otra vez cuando lo deseemos, en medio de la única celebración que jamás puede terminar.

Richard Bach

viernes, 17 de abril de 2009

Como ser un buen diseñador


Nadie dijo que ser un buen diseñador era fácil (bueno, nadie menos los clientes mal informados que creen que nos dedicamos a hacer dibujitos en servilletas de café y los cobramos a precios astronómicos, llevando una vida bohemia llena de drogas, alcohol y otros vicios similares), pero la verdad es que en una profesión como el diseño es necesario reunir 2 condiciones básicas, por un lado la vocación, esa que no se consigue con ninguna formación, sino que poco a poco nos va llevando hacia esta especialidad sin remedio ni marcha atrás y por otro lado la formativa que nos da una base teórica y de concepto que nos ayuda a realizar trabajos con criterio. Pero no solo con eso se consigue ser un buen diseñador, para ello uno debe conseguir muchas más cosas y solo así empezará a entrar en “el reino de los cielos gráficos”.

1. No te infravalores
La mayor barrera de un diseñador es uno mismo, nuestra autolimitación, el creernos inferiores a otros diseñadores consagrados y conformarnos con ello sin intentar siquiera igualar o incluso superar la calidad de sus trabajos.

Todos nacemos con dos manos y nuestra creatividad se nutre de experiencias, pudiendo TODOS llegar a resultados sorprendentes, seguro que diferentes a los del compañero de al lado pero no por eso mejores o peores, pero si a ese trabajo le ponemos trabas desde un inicio como el no valorar suficientemente tu calidad como diseñador, tus diseños arrastrarán un lastre que seguramente acabarán dándote la razón al infravalorarte.

2. Arriesga
No te conformes con hacer lo establecido ni tan solo lo que el cliente espera de ti, ve más allá, experimenta y crea piezas diferentes siempre que puedas, es en ese tipo de trabajos donde nace la genialidad y en los que, de salir bien, el cliente final verá recompensada su inversión con la notoriedad.

3. Trabaja como si fuera para ti
Como decimos en el punto anterior, no te conformes con lo que el cliente te pide, ves más allá, sé exigente contigo mismo y no dejes ningún trabajo por acabado si tú no lo aceptarías como válido en el caso de que fueras el cliente.

4. Nunca te des por vencido
Las cosas muchas veces no salen a la primera, pero no por eso debes desistir, la insistencia y la búsqueda de soluciones harán de tu trabajo mucho mejor y por supuesto a ti te harán mucho mejor profesional.

5. Fórmate
La formación ya sea con la asistencia a cursos, seminarios y la diaria, con la lectura de blogs y foros profesionales como éste te hacen mejor profesional y te dan más opciones para resolver problemas diarios además de servirte de inspiración y por tanto ampliando el número de soluciones aplicables a cada proyecto.

6. Empápate de diseño
Mira, observa, empápate de lo que veas en la calle, ya sea bueno o malo, para aplicarlo o simplemente para comprobar que es lo que no se puede o debe hacer respectivamente. De la observación constante podrás aprender más que de los libros y palpar en directo que se respira en el diseño de un lugar concreto.

7. No te conformes con el camino más fácil
Busca, investiga, piensa y cuando termines, vuelve a empezar de nuevo.

El diseño tiene parte de intuición y de inspiración, pero la reflexión y el estudio son la otra parte que no debemos olvidar. No te rindas ante retos poco realizables técnicamente por tus limitaciones, supéralas y te servirá para dicho trabajo y sobretodo para tu futuro profesional.

8. Mantente informado
Al igual que es importante contar con una formación continúa específica también es importante mantenerse informado de lo que pasa en el mundo con la lectura diaria de la prensa. Aún y no tener una relación directa a primer golpe de vista, en realidad todo lo que pasa en el mundo afecta en la percepción de los diseños y es justamente por eso que un diseñador informado acertará mas fácilmente en sus propuestas.

9. Conoce las herramientas de trabajo como la palma de tu mano
Imprescindible, absolutamente imprescindible dominar las herramientas de trabajo diario. Al igual que un carpintero sabe usar el martillo y el serrucho como si fuera un apéndice de su brazo, un diseñador necesita saber utilizar el software con el que trabaja de manera fluida, utilizando los atajos de teclado sin tener que pensarlo para mejorar la productividad y sabiendo todas las posibilidades y limitaciones del programario con el que trabaja a diario.

10. Utiliza otras fuentes como inspiración, nunca como copia
Siempre se puede aprender de otros, por eso mirar y analizar los buenos trabajos de otros profesionales es de gran ayuda para mejorar nuestro trabajo, eso si, siempre que esa observación sirva para aprender, comparar y coger ideas que nos pueden ir bien en el desarollo de nuestro trabajo y no para copiar, incluso calcar el trabajo de otros, ya que de hacer eso pasamos de ser profesionales de la creatividad a ser simples fotocopiadoras.

Visto acá

El Exámen

Lo vi acá y me pareció buenísimo. Habla de un exámen en el que pusieron una pregunta, y lo brutal es la respuesta de un alumno. Disfrútenlo.

sábado, 27 de diciembre de 2008

Haz diseño, no arte




Muchos colegas diseñadores aún piensan que el diseño es arte (inspirado casi casi por los dioses). El propósito de este post, es -por pretencioso que se lea- aclarar el asunto.

Este post lo encontré en el blog Análisis Gráfico un muy buen blog que tengo como referente.
Explica muy bien la diferencia entre Arte y Diseño. Vale la pena leerlo.
Post entero

jueves, 18 de diciembre de 2008

Para los de más de 40


Me lo mandaron por mail y me gustó compartirlo.

Lo que me pasa es que no consigo andar por el mundo tirando cosas y
cambiándolas por el modelo siguiente sólo porque a alguien se le ocurre agregarle una función o achicarlo un poco.
No hace tanto con mi mujer lavábamos los pañales de los críos. Los colgábamos en la cuerda junto a otra ropita; los planchábamos, los doblábamos y los preparábamos para que los volvieran a ensuciar. Y ellos, nuestros nenes, apenas crecieron y tuvieron sus propios hijos se encargaron de tirar todo por la borda (incluyendo los pañales). ¡Se entregaron
inescrupulosamente a los desechables!
Si, ya lo sé. A nuestra generación siempre le costó tirar.Ni los desechos nos resultaron muy desechables! Y así anduvimos por las calles guardando los mocos en el bolsillo y las grasas en los repasadores.
Y nuestras hermanas y novias se las arreglaban como podían con algodones para enfrentar mes a mes su fertilidad.
¡Nooo!
Yo no digo que eso era mejor. Lo que digo es que en algún momento me distraje, me caí del mundo y ahora no sé por donde se entra. Lo más probable es que lo de ahora está bien, eso no lo discuto. Lo que pasa es que no consigo cambiar el equipo de música una vez por año, el celular cada tres meses o el monitor de la computadora todas las navidades.
¡Guardo los vasos desechables! ¡Lavo los guantes de látex que eran para usar una sola vez! ¡Apilo como un viejo ridículo las bandejitas de espuma plástica de los pollos! ¡Los cubiertos de plástico conviven con los de acero inoxidable en el cajón de los cubiertos!
Es que vengo de un tiempo en que las cosas se compraban para toda la vida.
¡Es más! ¡Se compraban para la vida de los que venían después! La gente heredaba relojes de pared, juegos de copas, fiambreras de tejido y hasta palanganas y escupideras de loza. Y resulta que en nuestro no tan largo matrimonio, hemos tenido más cocinas que las que había en todo el barrio en mi infancia y hemos cambiado de heladera tres veces.
¡Nos están fastidiando!¡ ¡Yo los descubrí. Lo hacen adrede!!
Todo se rompe, se gasta, se oxida, se quiebra o se consume al poco tiempo para que tengamos que cambiarlo.
Nada se repara. Lo obsoleto es de fábrica.
¿Dónde están los zapateros arreglando las medias suelas de las Nike?
¿Alguien ha visto a algún colchonero escardando sommiers casa por casa?
¿Quién arregla los cuchillos eléctricos? ¿El afilador o el electricista?
¿Habrá teflón para los hojalateros o asientos de aviones para los
talabarteros?
Todo se tira, todo se desecha y mientras tanto producimos más y más basura.
El otro día leí que se produjo más basura en los últimos 40 años que en toda la historia de la humanidad.
El que tenga menos de 40 años no va a creer esto: ¡¡Cuando yo era niño por mi casa no pasaba el basurero!!¡ ¡Lo juro!! ¡Y tengo menos de........... años! Todos los desechos eran orgánicos e iban a parar al gallinero, a los patos o a los conejos (y no estoy hablando del siglo XVII).
No existía el plástico ni el nylon. La goma solo la veíamos en las ruedas de los autos y las que no estaban rodando las quemábamos en San Juan. Los pocos desechos que no se comían los animales, servían de abono o se quemaban.De por ahí vengo yo. Y no es que haya sido mejor.
Es que no es fácil para un pobre tipo al que educaron en el "guarde y guarde que alguna vez puede servir para algo" pasarse al "compre y tire que ya se viene el modelo nuevo".
Mi cabeza no resiste tanto. Ahora mis parientes y los hijos de mis amigos no sólo cambian de celular una vez por semana, sino que además cambian el número, la dirección electrónica y hasta la dirección real.Y a mí me prepararon para vivir con el mismo número, la misma mujer, la misma casa y el mismo nombre (y vaya si era un nombre como para cambiarlo) Me educaron para guardar todo.
¡¡¡Toooodo!!!
Lo que servía y lo que no.Porque algún día las cosas podían volver a servir.
Le dábamos crédito a todo. Si, ya lo sé, tuvimos un gran problema: nunca nos explicaron qué cosas nos podían servir y qué cosas no. Y en el afán de guardar (porque éramos de hacer caso) guardamos hasta el ombligo de nuestro primer hijo, el diente del segundo, las carpetas del jardín de infantes y no sé cómo no guardamos la primera caquita.
¿Cómo quieren que entienda a esa gente que se desprende de su celular a los pocos meses de comprarlo? ¿Será que cuando las cosas se consiguen fácilmente no se valoran y se vuelven desechables con la misma facilidad con que se consiguieron?
En casa teníamos un mueble con cuatro cajones. El primer cajón era para los manteles y los repasadores, el segundo para los cubiertos y el tercero y el cuarto para todo lo que no fuera mantel ni cubierto. Y guardábamos... ¡¡Como guardábamos!! ¡¡Tooooodo lo guardábamos!!
¡Guardábamos las chapitasde los refrescos! ¡¿Cómo para qué?! Hacíamos limpia calzados para poner delante de la puerta para quitarnos el barro. Dobladas y enganchadas a una piola se convertían en cortinas para los bares. Al terminar las clases le sacábamos el corcho, las martillábamos y las clavábamos en una tablita para hacer los instrumentos para la fiesta de fin de año de la escuela.
¡Tooodo guardábamos!
Las cosas que usábamos: mantillas de faroles, ruleros, ondulines y agujas de primus. Y las cosas que nunca usaríamos.
Botones que perdían a sus camisas y carreteles que se quedaban sin hilo se iban amontonando en el tercer y en el cuarto cajón. Partes de lapiceras que algún día podíamos volver a precisar.
Tubitos de plástico sin la tinta, tubitos de tinta sin el plástico, capuchones sin la lapicera, lapiceras sin el capuchón. Encendedores sin gas o encendedores que perdían el resorte. Resortes que perdían a su encendedor.
Cuando el mundo se exprimía el cerebro para inventar encendedores que se tiraban al terminar su ciclo, inventábamos la recarga de los encendedores
descartables.
Y las Gillette -hasta partidas a la mitad- se convertían en sacapuntas por todo el ciclo escolar. Y nuestros cajones guardaban las llavecitas de las latas de sardinas o del corned beef, por las dudas que alguna lata viniera sin su llave.
Y las pilas!
Las pilas de las primeras Spica pasaban del congelador al techo de la casa.
Porque no sabíamos bien si había que darles calor o frío para que vivieran un poco más. No nos resignábamos a que se terminara su vida útil, no podíamos creer que algo viviera menos que un jazmín.
Las cosas no eran desechables. Eran guardables.
¡¡Los diarios!! Servían para todo: para hacer plantillas para las botas de goma, para poner en el piso los días de lluvia y por sobre todas las cosas para envolver!!. ¡Las veces que nos enterábamos de algún resultado leyendo el diario pegado al trozo de carne! Y guardábamos el papel plateado de los chocolates y de los cigarros para hacer guías de pinitos de navidad y las páginas del almanaque para hacer cuadros y los cuentagotas de los remedios por si algún medicamento no traía el cuentagotas y los fósforos usados porque podíamos prender una hornalla de la Volcán desde la otra que estaba prendida y las cajas de zapatos que se convirtieron en los primeros álbumes de fotos.
Y las cajas de cigarros Richmond se volvían cinturones y posa-mates y los frasquitos de las inyecciones con tapitas de goma se amontonaban vaya a saber con que intención, y los mazos de naipes se reutilizaban aunque faltara alguna, con la inscripción a mano en una sota de espada que decía "este es un 4 de bastos"
Los cajones guardaban pedazos izquierdos de palillos de ropa y el ganchito de metal. Al tiempo albergaban sólo pedazos derechos que esperaban a su otra mitad para convertirse otra vez en un palillo.
Yo sé lo que nos pasaba: nos costaba mucho declarar la muerte de nuestros objetos. Así como hoy las nuevas generaciones deciden "matarlos" apenas aparentan dejar de servir, aquellos tiempos eran de no declarar muerto a nada.
Ni a Walt Disney. Y cuando nos vendieron helados en copitas cuya tapa se convertía en base y nos dijeron: "Cómase el helado y después tire la copita", nosotros dijimos que sí, pero, ¡ minga que la íbamos a tirar!
Las pusimos a vivir en el estante de los vasos y de las copas. Las latas de arvejas y de duraznos se volvieron macetas y hasta teléfonos.
Las primeras botellas de plástico se transformaron en adornos de dudosa belleza. Las hueveras se convirtieron en depósitos de acuarelas, las tapas de bollones en ceniceros, las primeras latas de cerveza en portalápices y los corchos esperaron encontrarse con una botella.
Y me muerdo para no hacer un paralelo entre los valores que se desechan y los que preservábamos.
Ah ¡ No lo voy a hacer! Me muero por decir que hoy no sólo los electrodomésticos son desechables; que también el matrimonio y hasta la amistad es descartable. Pero no cometeré la imprudencia de comparar objetos con personas.
Me muerdo para no hablar de la identidad que se va perdiendo, de la memoria colectiva que se va tirando, del pasado efímero.
No lo voy a hacer.No voy a mezclar los temas, no voy a decir que a lo perenne lo han vuelto caduco y a lo caduco lo hicieron perenne.
No voy a decir que a los ancianos se les declara la muerte apenas empiezan a fallar en sus funciones, que los cónyuges se cambian por modelos más nuevos, que a las personas que les falta alguna función se les discrimina,no voy a decir que valoran más a los lindos, con brillo y glamour.
Esto sólo es una crónica que habla de pañales y de celulares. De lo contrario, si mezcláramos las cosas, tendría que plantearme seriamente, entregar a la bruja como parte de pago de una señora con menos kilómetros y alguna función nueva.
Pero yo soy lento para transitar este mundo de la reposición y corro el riesgo de que la bruja me gane de mano y sea yo el entregado.
Hasta aquí

Eduardo Galeano

domingo, 26 de octubre de 2008

Declaraciones de Chico Buarque








Durante un debate en una universidad de Estados Unidos, le preguntaron al ex gobernador del Distrito Federal y actual Ministro de Educación de Brasil: CRISTOVÃO 'CHICO' BUARQUE:

Qué pensaba sobre la internacionalización de la Amazonia?

Un estadounidense en las Naciones Unidas introdujo su pregunta, diciendo que esperaba la respuesta de un humanista y no de un brasileño.

Ésta fue la respuesta del Sr. Cristóvão Buarque:

Realmente, como brasileño, sólo hablaría en contra de la internacionalización de la Amazonia. Por más que nuestros gobiernos no cuiden debidamente ese patrimonio, él es nuestro. Como humanista, sintiendo el riesgo de la degradación ambiental que sufre la Amazonia, puedo imaginar su internacionalización, como también de todo lo demás, que es de suma importancia para la humanidad. Si la Amazonia, desde una ética humanista, debe ser internacionalizada, internacionalicemos también las reservas de petróleo del mundo entero. El petróleo es tan importante para el bienestar de la humanidad como la Amazonia para nuestro futuro. A pesar de eso, los dueños de las reservas creen tener el derecho de aumentar o disminuir la extracción de petróleo y subir o no su precio.

De la misma forma, el capital financiero de los países ricos debería ser internacionalizado. Si la Amazonia es una reserva para todos los seres humanos, no se debería quemar solamente por la voluntad de un dueño o de un país. Quemar la Amazonia es tan grave como el desempleo provocado por las decisiones arbitrarias de los especuladores globales. No podemos permitir que las reservas financieras sirvan para quemar países enteros en la voluptuosidad de la especulación.

También, antes que la Amazonia, me gustaría ver la internacionalización de los grandes museos del mundo. El Louvre no debe pertenecer solo a Francia.
Cada museo del mundo es el guardián de las piezas más bellas producidas por el genio humano. No se puede dejar que ese patrimonio cultural, como es el patrimonio natural amazónico, sea manipulado y destruido por el sólo placer de un propietario o de un país. No hace mucho tiempo, un millonario japonés decidió enterrar, junto con él, un cuadro de un gran maestro. Por el contrario, ese cuadro tendría que haber sido internacionalizado.

Durante este encuentro, las Naciones Unidas están realizando el Foro Del Milenio, pero algunos presidentes de países tuvieron dificultades para participar, debido a situaciones desagradables surgidas en la frontera de los EE.UU. Por eso, creo que Nueva York, como sede de las Naciones Unidas, debe ser internacionalizada. Por lo menos Manhatan debería pertenecer a toda la humanidad. De la misma forma que París, Venecia, Roma, Londres, Río de Janeiro, Brasilia... cada ciudad, con su belleza específica, su historia del mundo, debería pertenecer al mundo entero.

Si EEUU quiere internacionalizar la Amazonia, para no correr el riesgo de dejarla en manos de los brasileños, internacionalicemos todos los arsenales nucleares.
Basta pensar que ellos ya demostraron que son capaces de usar esas armas, provocando una destrucción miles de veces mayor que las lamentables quemas realizadas en los bosques de Brasil.

En sus discursos, los actuales candidatos a la presidencia de los Estados Unidos han defendido la idea de internacionalizar las reservas forestales del mundo a cambio de la deuda. Comencemos usando esa deuda para garantizar que cada niño del mundo tenga la posibilidad de comer y de ir a la escuela. Internacionalicemos a los niños, tratándolos a todos ellos sin importar el país donde nacieron, como patrimonio que merecen los cuidados del mundo entero. Mucho más de lo que se merece la Amazonia.

Cuando los dirigentes traten a los niños pobres del mundo como Patrimonio de la Humanidad, no permitirán que trabajen cuando deberían estudiar; que mueran cuando deberían vivir. Como humanista, acepto defender la internacionalización del mundo; pero, mientras el mundo me trate como brasileño, lucharé para que la Amazonia, sea nuestra. ¡Solamente nuestra!'

Este artículo fue publicado en el NEW YORK TIMES, WASHINGTON POST, USA TODAY y en los mayores diarios de EUROPA y JAPÓN.

En BRASIL y el resto de Latinoamérica, este artículo no fue publicado.

viernes, 12 de septiembre de 2008

Esto también pasará

Una buena reflexión

Hubo una vez un rey que dijo a los sabios de la corte:

- Me estoy fabricando un precioso anillo. He conseguido uno de los mejores diamantes posibles. Quiero guardar oculto dentro del anillo algún mensaje que pueda ayudarme en momentos de desesperación total, y que ayude a mis herederos, y a los herederos de mis herederos, para siempre. Tiene que ser un mensaje pequeño, de manera que quepa debajo del diamante del anillo.

Todos quienes escucharon eran sabios, grandes eruditos; podrían haber escrito grandes tratados, pero darle un mensaje de no más de dos o tres palabras que le pudieran ayudar en momentos de desesperación total…
Pensaron, buscaron en sus libros, pero no podían encontrar nada.

El rey tenía un anciano sirviente que también había sido sirviente de su padre. La madre del rey murió pronto y este sirviente cuidó de él, por tanto, lo trataba como si fuera de la familia. El rey sentía un inmenso respeto por el anciano, de modo que también lo consultó. Y éste le dijo:

-No soy un sabio, ni un erudito, ni un académico, pero conozco el mensaje. Durante mi larga vida en palacio, me he encontrado con todo tipo de gente, y en una ocasión me encontré con un místico. Era invitado de tu padre y yo estuve a su servicio. Cuando se iba, como gesto de agradecimiento, me dio este mensaje –el anciano lo escribió en un diminuto papel, lo dobló y se lo dio al rey-. Pero no lo leas –le dijo- manténlo escondido en el anillo. Abrelo sólo cuando todo lo demás haya fracasado, cuando no encuentres salida a la situación.

Ese momento no tardó en llegar. El país fue invadido y el rey perdió el reino. Estaba huyendo en su caballo para salvar la vida y sus enemigos lo perseguían. Estaba solo y los perseguidores eran numerosos. Llegó a un lugar donde el camino se acababa, no había salida: enfrente había un precipicio y un profundo valle; caer por él sería el fin. Y no podía volver porque el enemigo le cerraba el camino. Ya podía escuchar el trotar de los caballos. No podía seguir hacia delante y no había ningún otro camino…

De repente, se acordó del anillo. Lo abrió, sacó el papel y allí encontró un pequeño mensaje tremendamente valioso:

Simplemente decía:

“ESTO TAMBIEN PASARÁ.”

Mientras leía “esto también pasará” sintió que se cernía sobre él un gran silencio. Los enemigos que le perseguían debían haberse perdido en el bosque, o debían haberse equivocado de camino, pero lo cierto es que poco a poco dejó de escuchar el trote de los caballos.

El rey se sentía profundamente agradecido al sirviente y al místico desconocido. Aquellas palabras habían resultado milagrosas. Dobló el papel, volvió a ponerlo en el anillo, reunió a sus ejércitos y reconquistó el reino. Y el día que entraba de nuevo victorioso en la capital hubo una gran celebración con música, bailes… y él se sentía muy orgulloso de sí mismo.

El anciano estaba a su lado en el carro y le dijo:

-Este momento también es adecuado: vuelve a mirar el mensaje.

-¿Qué quieres decir? –preguntó el rey-. Ahora estoy victorioso, la gente celebra mi vuelta, no estoy desesperado, no me encuentro en una situación sin salida.

-Escucha –dijo el anciano-: este mensaje no es sólo para situaciones desesperadas; también es para situaciones placenteras. No es sólo para cuando estás derrotado; también es para cuando te sientes victorioso. No es sólo para cuando eres el último; también es para cuando eres el primero.

El rey abrió el anillo y leyó el mensaje: “Esto también pasará”, y nuevamente sintió la misma paz, el mismo silencio, en medio de la muchedumbre que celebraba y bailaba, pero el orgullo, el ego, había desaparecido. El rey pudo terminar de comprender el mensaje. Se había iluminado.

Entonces el anciano le dijo:

-Recuerda que todo pasa. Nada de lo que tengas, o lo que sientas es permanente. Como el día y la noche, hay momentos de alegría y momentos de tristeza. Acéptalos como parte de la dualidad de la naturaleza porque son la naturaleza misma de las cosas.

lunes, 25 de agosto de 2008

Redefiniendo el fracaso

Estos son unos consejos que viene bien tener en cuenta para cualquier emprendimiento.

Está buena y vale la pena leerla.


1. No creer desde una primera instancia en tu proyecto. De vital importancia, cuando comenzamos con una nueva empresa, es necesario estar completamente seguros de lo que hacemos, de lo contrario probablemente la idea no pase de eso.

2. Esperar un golpe de suerte. Yo creo que si bien la suerte existe, no hay que esperarla, no se puede trabajar esperando una ayuda “divina” uno tiene que emprender sabiendo que nada va a ser fácil, pero a cada problema una solución, nada de suponer que algo se soluciona solo.

3. No perseverar lo necesario. Es increíble la facilidad que tiene la vida de ponernos trabas, no importa lo fácil que sea la tarea a realizar, probablemente algo pase que termine complicando las cosas. Obviamente y por suerte otras tantas veces ocurrirá exactamente lo contrario, algo que parece imposible se solucionara muy fácilmente. Es de suma importancia perseverar, pero para eso hace falta creer en lo que hacemos, de esa forma continuar contra viento y marea será mucho más fácil.

4. Tener una posición negativa. Aunque muchas veces es difícil al extremo, hay que intentar buscarle el lado positivo a las cosas que ocurren, con el tiempo uno se da cuenta que ser negativo no ayuda absolutamente en nada, todo lo contrario.

Seguir leyendo aquí

domingo, 18 de mayo de 2008

........................... (sin palabras)

Esto le pasó a un amigo, Alberto Rodríguez, realizó el diseño de esta revista, trabajamos juntos en el primer número, él hizo el logotipo y en esta página se lo adjudican a Carlos Páez Vilaró.
Lamentable, y lo del título "......... sin palabras".
Es más a los responsables les llegó el mail con esta entrada pero nunca aclararon nada.
Para Alejandrina Morelli, Periodista (?) y a
Fernando Luis Goldsman, esposo y Director les pregunto: ¿dónde quedó la ética?
Se puede ver acá
Y si quieren dejarle algún mensaje a los "periodistas y/o directores" acá

jueves, 1 de mayo de 2008

1º de Mayo - Día de los trabajadores

“En todo tiempo los poderosos han creído que las ideas de progreso se abandonarían con la supresión de algunos agitadores”
Adolf Fischer, 30 años, periodista


En estas mismas fechas hace aproximadamente 120 años un grupo de personas y dirigentes luchaban valientemente para hacerlo posible...

Aca está la historia..

Otra nota buena

martes, 29 de abril de 2008

Si, las epocas cambiaron. No???

Es largo pero brillante



MONOLOGO DE DADY BRIEVA


Quiero reivindicar en este monólogo las épocas
gloriosas de nuestros padres, donde no se daban
tantas explicaciones por las cosas...te acordás?.

Que tu papá te decía y vos decías 'y por qué tengo
que hacer esto', y él te decía 'porque sí! y 'por
qué no puedo hacer eso' y te decía 'porque no!'.

El porque si y el porque no eran las síntesis de un
tipo que tenía autoridad, que tenia huevos, no como
ahora nosotros, padres degradados, que damos tantas
explicaciones para decir las cosas a nuestro chicos.


El otro día mi hijo me dice... Papá, puedo asdk niw
ehk w eihf..ersuit?, que significa: Papá, puedo ir a
ver a la Bersuit?, porque viste que ahora hablan así
los adolescentes, como no leen, emiten sonidos
guturales...y le digo No, me dice, por qué no
puedo...y le digo 'porque...bueno, porque no tengo
plata'; él dice: Bueno, agarro de mis ahorros, y le
digo, no, porque tus ahorros son de mi sueldo, y me
dice 'y bueno, no me dijiste que cuando te mueras
todo iba a quedar para mí?, empezá a enfermarte,
hijo de puta...así me trata.

Ahora se ha mal democratizado todo viste? Ahora se
hacen reuniones para discutir un montón de boludeces
que antes se decidían de un plumazo, y ni te
preguntaban. Ahora con mi mujer y con mis hijos nos
juntamos como 4 tarados, para decidir adónde va a ir
al colegio, adonde nos vamos de vacaciones, nos
vamos en diciembre y en septiembre se decide adonde
nos vamos, estamos ahí parece una interna peronista.
Y yo llego con los catálogos y mi mujer me agarra y
me dice 'sabes que pasa, que vamos a tener que
llevar a algunos amigos de los chicos porque los
nenes están en edad de que se aburren con sus
padres', y claro, yo tengo que llevarlos con un
camión jaula con 70 chicos para que mis hijos no se
aburran conmigo en mis vacaciones. Aparte si nos
vamos 14 días nos tenemos que volver antes porque
mis hijos se llevaron como 28 materias y tienen que
estudiar. Y mi mujer que me dice 'a mi no me vas a
llevar en carpa como una indígena!' te dice la
yegua.

Tanto quilombo para irse de vacaciones!! Antes mi
viejo nos decía: 'nos vamos todos de vacaciones de
verano, les gusta? Y nosotros Si Papá!, decíamos y
él decía 'nos tocó en julio en Mar del Plata' porque
cuando te tocaba te tocaba, por el sindicato de Luz
y Fuerza...Sabés lo que era julio en Mar del Plata?
La gente andaba con trineo y yo con las ojotitas, la
palita y la mallita, me metía en el mar, y tenía 13
años, la tenía chiquita, y cuando me metía se me
hacía más chiquitita, los huevos se me ponían como
ovarios del frío, y mi viejo que nos veía haciendo
castillitos de arena y nos decía: 'que hacen
boludeando acá, vayan al mar y disfruten del mar!'
nos decía el hijo de puta. Y él desde la orilla nos
decía 'que tal la están pasando' y nosotros:
bi-bien, papá!...ah bueno, disfruten porque hay
gente que no tiene ni para comer y a ustedes les
tocó Mar del Plata! Que más quieren? O se cree que a
la plata la cagan los perros?

Escuchen una cosa: el año que viene yo voy a cumplir
25 años de casado, y ustedes se preguntarán Y? (la
gente pregunta Y?), bien. Hace rato que no voy al
psicólogo así que voy a contarle todo a ustedes. Yo
voy a cumplir 25 años de casados, y saben por qué me
casé? : para tener dos hijos maravillosos y una
esposa que no lo es tanto. Pero sobretodo para
parecerme a mi viejo. Él era un cacique, no decía
nada, la autoridad la tenía en los ojos. Siempre
venía a casa con cara de culo por las dudas, y me
decía, si querés demostrar autoridad siempre vení
con la ofensa floja, sobretodo si venís medio
chupete y con una bombacha colgando en la oreja.

Siempre vení enojado. Y eso hacía él. Caía medio
borracho y antes de que lo abaraje mi vieja en la
puerta, él antes decía: 'que mirás con esa cara!' y
ella le decía con la cabeza agachada, 'no Emilio,
deben ser ideas tuyas'.

Yo la otra vez vine de una despedida de soltero
igual y le digo a mi mujer 'que me mirás con esa
cara?!', y me hicieron 17 puntos en la cabeza;
agarró una foca de cerámica de Mundo Marino y me la
dio por el mate.

En serio, mi vejo era un grande. Miren, llegaba a
casa a las 9 de la noche y saben a que hora salía? a
las 2 de la tarde. Porque él trabajaba en la
Municipalidad, siete horas boludeando con los
amigos!, tomando amargo o jugando a las bochas! Y
vos te creés que mi vieja se le iba a ocurrir
preguntar donde estuviste Emilio? No, mi viejo le
pegaba unos tiros con la 45 en las patas, para que
se calle, y llegaba y ni saludaba, decía, ¿qué hay
de comer?!, porque antes las mujeres desde las 6 de
la tarde ya hacían de comer, y hacían comidas
compuestas, elaboradas. No como ahora que te tiran
un bife a la plancha y lo tiran en el plato y si no
lo agarrás, viene el perro y se lo come. Él se
sentaba a comer asi con mala gana, como haciéndonos
un favor, y se ponía una camiseta blanca con esos
pijamas, esos pantalones ferroviarios celestes, y
con los cordoncitos que uno se le metía en el
huequito por donde sale y mi viejo puteaba y la
llamaba a mi vieja que con la aguja de tejer se lo
desencajaba y me decía a mí que se lo ate, y yo se
lo ataba al nudo. Y a él le colgaban los huevos, por
esos calzoncillos grandes, y para colmo en Santa Fé
por el calor se le dilataban ahí, y mi viejo tenía
más comunicación con los testículos que con
nosotros.

Tomaba esos vinos malos que te ponen agresivo. No le
importaba nada tomaba eso con un chorro de soda: 90
y 10, decía... asústelo con soda. Y empezaba
'cierren la puerta!, bajen la radio! Coma eso! Haga
aquello!'. Éramos todos vietnamitas. Si papá,
decíamos, y corríamos y hacíamos lo que él quería.

Igual que ahora. El otro día le dije a mi mujer: mi
amor, me alcanzás la mayonesa? Y me dice: que soy,
cierva tuya, boludo, levantáte vos!

Mi vieja ponía una fuente con pollo en la mesa y las
dos patas eran para mi viejo...y vos te crees que
las comía con culpa? No! Y mi mamá comía la pechuga,
mi hermana más chica comía las alitas, la otra el
cogote y yo me comía el culo. Pero yo no hacía drama
porque yo decía que esto es un ciclo, y cuando yo
sea padre me voy a comer las patas. Soy padre, y me
sigo comiendo el culo; las patas las comen mis
hijos, y se las comen igual que mi viejo, así, sin
culpa.

Qué pasó?! En qué fallamos! Algo cambió las cosas!
Yo tengo una teoría, porque creo que antes tu vieja
era socia de tu viejo y ellos se complotaban y nos
mandaban a los hijos, pero ahora no, tu esposa es
socia de tus hijos, es así, las mujeres no tienen
hijos, tienen rehenes! Antes, cuando había algún
lío, mis viejos se encerraban en el cuarto y se
escuchaba 'bzbzzzzbzbzbzbz...' que discutían. Ahora
no, mi mujer se encierra con mis hijos y deciden
entre los tres y se escucha 'bzbzbzbzzzzz'. Ella no
es socia mía, es socia de mis hijos.

Mirá, el día que me muera voy a pedir que me
entierren en el shopping, porque es la única forma
de que me vaya a visitar seguido mi mujer.

Te digo más, antes te portabas mal y te cagaban a
palos. Si, ahora nos reímos, pero antes te cagaban a
palos, y cuando te mandabas alguna macana, y llegaba
mi viejo a las 9 de la noche, mi vieja hacía
terrorismo familiar y me llenaba la cabeza con esta
frase, ustedes se van a acordar: 'Aaah! Cuando venga
tu padre!...y yo sentía el dolor 9 horas antes de
que llegue y me decía mi vieja: 'Andá eligiendo la
chancleta con la que te va a dejar el culo morado.
AY! ...y venía desde la puerta y decía: Que hizo!! Y
la otra le iba diciendo: ahhhhh!! No sabés! Está
insoportable: que se hizo hincha de Argentinos
Juniors, y come pisingallo y encima mira películas
de la Coca Sarli!.

Porque yo me tocaba mucho cuando era chico, pero me
tocaba y no era que, hay es un adolescente, por
eso... No! Yo era un profesional de la tocada eh!!
Hacía el flautín, la tortuguita, el chispazo...
hasta hace poco me estuve tocando. Yo hacía una que
era espectacular, en esa época (porque el que es
artista es artista para todo). Agarraba las botellas
de leche de pico ancho y le metía moscas adentro, y
le metía miel en la punta, y cuando querían salir
las moscas AH! Convulsiones me agarraban!! Un día
entre las moscas se metió una avispa, Así de grande
me dejó la cabeza! Me llevaron al hospital, las
enfermeras decían EH! QUE ES ESO! Parece un
extraterrestre! Y mi vieja decía, no! es mi hijo, y
es una vergüenza! Y me llevó para casa a patadas en
el culo.

Y me entró a correr por la casa, que era
re-chiquita, estabas en la puerta, hacías un paso y
ya estabas en el patio...y yo me escondía atrás del
lavarropas y me decía, pasá, pasá para allá. No que
vos me vas a pegar!!. No te voy a pegar, pasá que no
te va a pasar nada, como decía el padre Grassi, y me
cagaba a palos con la chancleta en la mano.

Te digo: Yo me hago feliz, quien me va a hacer más
feliz...nadie porque yo me conozco y me quiero más
que nadie. Mirá, estoy haciendo yoga: el día que
llegue acá abajo no necesito más a nadie eh? Y es
una amenaza!!.

A mi me encanta dormir la siesta....dirán y?. Yo,
bajando un poco, te diría que en mi vida no pido
grandes cosas. Desde aquí hasta que el Todopoderoso
me lleve pido pocas cosas a saber: que no me rompan
las bolas, que los cuchillos corten; son boludeces
que te terminan matando; que si el mosquito me va a
picar que no me zumbe, que me pique: Picá si vas a
picar hijo de puta! Pero picá y no me rompas las
bolas. Que si voy a buscar cubitos a
la heladera que alguien de la familia haya llenado
la cubetera que siempre voy y está vacía; que cuando
me voy a bañar, parece que mi mujer se complotara
con mis hijos y me abren el agua y yo estoy a los
gritos EL AGUA EL AGUA!.

Que mi mujer no me use la maquinita de afeitar con
la que me afeito y ella se afeita los sobacos, se
hace cavado, se afeita las patas y después cuando la
voy a usar yo me arranco un pedazo de cara.

Yo quiero ser como las mujeres en ese sentido, viste
que ellas tienen 60 shampoos para ellas solas, todas
las marcas con esperma de ballena, con hemorroides
de paloma virgen mezclada con rosa mosqueta y frutos
del bosque. No sé que mierda se ponen! Y vos querés
usar un poquito: NO! Te dicen, que ese no es el
shampoo para todos los días, Uh! Y yo de este lado
con Plusbelle de manzana. Que tiene el pelo nuestro?
Es de plástico o es del muñeco ecológico.

¿Por qué dejan el corpiño y la bombacha colgados
arriba de la canilla de la ducha? Díganme! Porque
tiene que haber una explicación científica para
todo! No, lo hacen así porque si. Y cuando vos abrís
la ducha y se lo mojaste te gritan: No viste que
estaba seca!! Y le decís: y si estaba seca porque no
la sacaste? O alguna vez viste los calzoncillos míos
enroscados arriba de la canilla??!!!

Y dormir la siesta! A mí me encanta: Perón decía que
dormir una siesta era como volver a nacer y es
cierto che!
Mi viejo dormía la siesta y se levantaba fresco,
dormía 12 horas y era un atado de heno de fresco que
estaba. Y yo los domingos después del asado y el
postre, llego con lo justo a la cama y me pongo a
mirar esos partidos del 'Chansea' contra el
'Totemhom de Uganda', esos partidos que no le
interesan a nadie, y mi mujer se pone unas pantuflas
especiales para 'cagarle la siesta al marido' que
hacen: Chaplaf - Chaplaf - Chaplaf y abre los
cajones y me mira, se acerca y dice: Chicossss...
bajen la tele que papi DUERRRMEEEE! Y me cae el hilo
de sangre del oído.

Cuando mi viejo dormía la siesta, hacíamos de cuenta
que DIOS estaba descansando. En la cuadra no se
hablaba, con mi hermana si nos queríamos tirar un
pedo, teníamos que licuarlo al pedo, éramos capaces
de cagarnos, pero no hacerle ruido a papá que
dormía. Papá era Bush durmiendo.

Yo sé que las épocas cambiaron, antes, tener
relaciones era llevarse bien con los primos, nadie
usaba casco, y debutar sexualmente, siempre se hacía
con trolas.

No era un pecado, era un milagro, y crecíamos con
esa cosa del cielo y el infierno, y yo que era
monaguillo y era tan boludo que viste que te decían
que pecabas con acción y pensamiento, y claro, así
no se puede vivir, y yo claro, iba al baño y para no
pecar no me la tocaba y para no pensar, no me la
miraba, pero meaba la cortina, el piso, las toallas,
todo.

Y la primera vez que hice el amor fue cuando tenía
13 años yo creí que iba a ser la mujer de mi vida.
Tenía 52, y se llamaba: La Gorda Mabel ¿No es
romántico? La Gorda Mabel. Tenía 2 pechos que eran 2
torcazas dormidas, un cartel que decía 'cintura'
porque se le había borrado, ya era un Koi-nnor. Y me
decía cosas que me volvían loco, me decía: 'Me vas a
matar, caníbal!! Yo? caníbal! 13 años tenía! Era un
caníbal vegetariano.
Y me acuerdo que en la pared de su pieza tenía un
póster de Los Fronterizos...Que heavy no??
Y yo enamorado, miraba sus ojos negros y cuando la
iba a besar en la boca me decía: No, la boca y el
culo son de mi novio. Mirá que línea de conducta!!
.........